En el mundo del audio, tanto el portátil como el que no lo es tanto, es común hablar de componentes como los DAC y los amplificadores, sobre todo para aquellos que buscan una puerta de entrada a un sonido de calidad, o en los que quieren subir un peldaño y empezar a disfrutar de las bondades de la música escuchada con una calidad de sonido conforme se merece. Para aquellos que ya están adentrados en el mundillo o que tienen un mínimo de conocimientos técnicos por una u otra causa esto ya es algo básico, podríamos decir que hasta innato, pero para los neófitos, para aquellos que quieren dar el salto, para los que hasta ahora no se habían preocupado por conocer los entresijos básicos de un equipo de audio, surgen claras dudas que al principio pueden resultar abrumadoras.
¿Qué es eso de “DAC”? ¿Para qué sirve? ¿Se come? (esto puede acarrear consecuencias nefastas en caso de llevarse a cabo y no dejarlo como una simple duda o idea) ¿Es que mi reproductor no tiene un DAC? ¿Significa eso que está enfermo, doctor? (tengo malas noticias: un hospital no es el mejor lugar para ir a consultarlo).
Si alguna de estas comprensibles dudas, o incluso todas ellas, son el fruto de las pesadillas nocturnas que pueblan tus noches de descanso no temas, ¡tan sólo tendrás que leer el texto que aparece a continuación.
Para empezar, todo aparato que necesite convertir audio desde una señal digital a una señal analógica tiene un DAC.
¡Eh, EH! ¡Más despacio!”
Ya, ya, tranquilidad y paciencia, ahí voy, todo despacito. para que hasta la persona que nunca ha leído nada al respecto lo entienda sin problemas:
- Con señal analógica me refiero en este caso a la electricidad que va a través de los cables y que después creará, al ser conectado a unos altavoces o auriculares del tipo que sea, las ondas que se transmiten a través del aire y que en definitiva son el sonido.
- Con señal digital me refiero a los “unos y ceros” que transmite cualquier archivo digital: lo que contiene un CD/DVD/Blu-Ray, los archivos MP3, FLAC, AAC, WAV…
Por lo tanto, lo que hace un DAC en resumidas cuentas es transformar estos “unos y ceros” en algún tipo de impulso electromagnético; de hecho, de ahí sus siglas: Digital-to-Analog Converter (Conversor Digital-Analógico). Como decíamos al principio, por tanto, cualquier aparato que nos permita escuchar música desde una fuente digital incorpora un DAC de una u otra forma.
Un lector de DVD tiene su propio DAC. Un discman tiene su propio DAC. El ordenador que estás usando tiene su propio DAC, en la tarjeta de sonido (si no tienes una tarjeta de sonido en tu ordenador no me eches la culpa a mí), los teléfonos móviles tienen DAC, y por supuesto los reproductores de audio portátil tienen un DAC.
Un lector de discos de vinilo, en cambio, no precisa de un DAC, ya que en este caso ya estamos partiendo de una señal analógica (la aguja lee los surcos del disco y transforma el movimiento en una señal eléctrica). Un lector de cassettes por ejemplo tampoco (siempre que no hablemos de experimentos con cintas de cassette digitales que surgieron más adelante).
“Ah, pues gracias por aclararlo, me voy.”
¡Quieto calmado! Hemos aclarado a grandes rasgos qué es un DAC, pero entonces, ¿si todos estos aparatos de por sí ya traen un DAC, para qué necesito yo uno externo entonces? Si no tuviese un DAC, no podría sonar, y si suena es porque tiene un DAC.
“¡Me has mentido!”
¡No, Lo que ocurre es que aquí ya estamos hablando de calidad sonora, no de capacidad para hacer que suene o no, que una cosa no tiene por qué ir relacionada con la otra. Si hacemos un esfuerzo y recordamos el título de este artículo, decía “¿Qué es un DAC y en qué casos lo necesito?”, por lo que todavía nos queda por abordar la segunda parte de dicha pregunta ¡chúpate esa.
Así que, ¿cuándo hace falta añadir un DAC que no es el del propio aparato? Pues por resumir un poco bastante: cuando tu aparato no es uno especializado en audio.
Antes de que nadie me salte puñal en boca y metralleta en mano esto es una generalización muy grande e incierta, ya que hay aparatos con muy buenos DAC y que sin embargo no son “aparatos especializados en audio”, como el lector de Blu-Ray Oppo 103, pero como por regla general esto suele ser más la excepción que la norma, pues no me parece un crimen escribir lo que he escrito.
Si hablamos por ejemplo de ordenadores el caso es de los más claros: las tarjetas de sonido integradas no son ninguna maravilla. Y no, no os dejéis engañar por los miles de efectos chachipistachen y chipiriflautix que según las indicaciones del fabricante incluye dicha tarjeta, eso no ayuda en nada a la calidad de audio, o, mejor dicho, en todo caso ayuda a degradarla, no a mejorarla.
Por favor, no me odies.”
No hace falta gastarse millonadas en un DAC, todo lo contrario: existen cosas tan simples como el HiFimeDIY que como DAC va a darle a la gran mayoría todo lo que necesita. Si buscamos algo con mejor conectividad/versatilidad, aparatos como el FiiO E10K o el ODAC que cubren con creces estas condiciones. Pagar más por un DAC nunca debería ser por buscar “mayor calidad de sonido”, siempre que estemos hablando de unos mínimos, cosa que hacen los indicados, si no de conectividad, versatilidad, prestaciones. Un iFi Micro iDSD cuesta varias veces lo que un FiiO E10K, pero lee cualquier formato de audio que existe en el mercado, tiene previo para altavoces, permite cargar dispositivos mientras está siendo utilizado, incluye al mismo tiempo uno de los mejores amplificadores que hay ahora mismo en el mercado y que es capaz de mover casi cualquier auricular que le echen (el HiFimeDIY y el ODAC por ejemplo no tienen amplificador, son DAC puro y duro), posee controles para poder adecuar la respuesta de dicho amplificador a la sensibilidad e impedancia del auricular que le vayamos a conectar y por si fuera poco te hace el desayuno- no, eso no, pero visto lo visto creo que pensaron en incluirlo.
Y aquí tenemos otra de las mayores dudas que suelen asaltar a los que empiezan sus andaduras audio trónicas: ¿entonces un DAC no es un amplificador? ¿qué diferencia hay? ¿un DAC no es un amplificador, pero sin DAC o un DAC sin amplificador o unohnoseloquecrestaestoyescribiendoya. pero retomando el Ilo.
Pues va a ser que no. Un DAC puede venir sin amplificador, y un amplificador puede venir sin DAC, porque son dos cosas distintas. Hablaremos de los amplificadores en más profundidad en otra ocasión, pero por lo que respecta a este artículo, un DAC es lo que hemos explicado, un aparato que se encarga de transformar una señal digital en señal analógica, para que nuestros auriculares o altavoces lo entiendan y lo transformen en sonido; un amplificador, lo que hace, es como su nombre indica aumentar esa señal (ya analógica), darle más potencia y volumen.
De esta manera, un reproductor de audio portátil incluye tanto un DAC como un amplificador, mientras que un lector de DVD, si no incluye una salida de auriculares, incluirá tan sólo un DAC, y ya el televisor o el amplificador al que lo conectemos serán los encargados de potenciar/controlar el volumen.
Por lo tanto, resumiendo: ¿en qué casos vas a necesitar un DAC? Cuando por ejemplo tengas ruido de fondo en tu fuente (ordenador, móvil, reproductor de audio) o quieras sacarle más partido a uno de estos. Hay ordenadores que ya tienen de por sí un buen DAC (muchos de los diseñados por Apple y algunos en los que se ha tenido más en cuenta este apartado de forma específica), móviles con buen DAC (los iPhone, algunos Meizu, el HTC One M8…), y por supuesto la mayoría de reproductores de audio tienen un DAC excelente, cualquiera de los que tienen un mínimo de calidad contrastada.
Entonces, ¿me es estrictamente necesario? Por supuesto que no, “estrictamente necesario” sería en caso de que no pudieses reproducir música porque el aparato con el que vas a hacerlo no tiene un DAC.
¿Es aconsejable? Depende de para qué:
- Si vas a conectarlo a un ordenador yo diría que siempre sí, porque incluso en el caso de los MacBook por ejemplo el disponer de un DAC que pueda leer de forma nativa la mayoría o todos los formatos de audio que hay es algo muy útil, y además evitamos el ruido de fondo de las interferencias que provocan los componentes del mismo, al estar aislado de estos.
- En el caso de un reproductor de DVD/Blu-Ray, si este no cuenta con un DAC de calidad la diferencia puede ser muy notable también.
- En el caso de móviles, mientras no estemos hablando de uno que ya tenga de por sí un DAC de calidad, los cuales son una gran minoría, sí que merecerá la pena siempre que este lo utilicemos de una forma más o menos frecuente o nos importe la calidad de sonido, pero conviene informarse de la compatibilidad de nuestro móvil con DACs USB, o cómo podemos conectarlo.
- En el caso de reproductores portátiles, puede ser una buena idea en caso de que queramos usarlo únicamente como lector de ficheros y nada más, pero con la calidad que tienen los reproductores que se venden hoy en día de marcas como FiiO, iBasso o Xuelin, excepto para casos muy concretos en lo que queramos eso por X motivos no veo la ventaja.